domingo, 22 de abril de 2012

A buena hora

Algo tan sencillo como una subida de tono en los aplausos de los saludos al presentarme yo... solo eso ya me había echo tan feliz, ha sido uno de mis sueños desde la primera vez que me di cuenta de que pasaba y ahora lo he recibido cuantas veces se puede estar a punto de llorar de alegría en un mismo fin de semana... y aprovecho este momento para hacerlo, cuando no me ve nadie, ahora me da la risa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario