y una bailarina de porcelana con mucho que ofrecer y a la que su joyero se le queda pequeño.
Un día los dos van a caer en la misma caja de juguetes, el soldadito queda fascinado por el baile de la muñeca de porcelana y comienza su epopeya, el disfruta viendo a la muñeca bailar, pero quiere acercarse mas a ella y aunque le cuesta caminar hace un tremendo esfuerzo por llegar a su joyero, la muñeca le saluda, y el piensa que lo hace como el resto de gente, piensa que su aspecto no es el idoneo para estar con ella, el la ve tan bonita en lo alto de su joyero, y el sabe que no es ninguno de esos juguetes elegantes, solo es un juguete un tanto peculiar, con un defecto de fabrica que le hace diferente al resto.
El soldadito persevera, y empezando por una esquinita, se cuela en el joyero de la bailarina, ella sonríe, parece que el soldadito la hace reír y el se siente muy agusto hablando con ella, pero el soldadito todas las noches tiene que salir de el joyero antes de que lo cierren y eso le apena.
El lo ha visto en los humanos y los demás juguetes, el sabe lo que siente por la bailarina, así que al día siguiente decide decírselo, pero ella es muy tímida y avergonzada baila como si no le hubiese escuchado, y así pasan los días, la pregunta se repite pero sin respuesta, hasta que un día a el soldadito se le hace tarde en el joyero junto a la bailarina y ahí se quedan ambos toda la noche.
Cuando el joyero se abre a la mañana siguiente el soldadito y la bailarina estan juntos en el centro besándose.
A partir de ese día la relación de el soldadito y la bailarina se estrecho mucho mas, el desea continuar haciéndola reír y intentar sacarla a bailar a pesar de su discapacidad, incluso le gustaría que saliera de su joyero para bailar fuera...
esto es solo el principio de la historia de el soldadito de plomo y la bailarina de porcelana.
*prohibido no ser valiente.*
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